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COSTO DE VIDA

El consumo se recupera lentamente pero alertan por el peso de los servicios en los ingresos familiares

El consumo masivo repunta en julio con un crecimiento del 3,1% interanual, pero los canales de venta muestran dinámicas dispares. Mientras el comercio electrónico y los negocios de barrio lideran el crecimiento, los supermercados y mayoristas enfrentan caídas. La inflación más baja y el aumento de gastos en servicios moldean un escenario complejo para los hogares.

Por Tendencia de noticias

25 ago, 2025 11:20 a. m. Actualizado: 25 ago, 2025 11:20 a. m. AR
El consumo se recupera lentamente pero alertan por el peso de los servicios en los ingresos familiares

La consultora NielsenIQ, en su informe “Tendencias ARG H1 2025”, proyecta un panorama de recuperación para el consumo masivo, aunque con matices. “El ingreso disponible de los hogares está mostrando una recuperación sostenida, debido a la baja de la inflación, estimándose que en una base de 100 puntos en enero de 2017 el año finalizará en 65 puntos y para diciembre de 2026, en 70 puntos, alcanzando niveles similares a los de 2023”, señala el estudio. Sin embargo, esta mejora es desigual: los niveles socioeconómicos (NSE) altos y medios podrían superar los ingresos de 2023, pero los NSE bajos seguirán rezagados.


El consumo masivo mostró signos de recuperación en julio de 2025, con un incremento interanual del 3,1% y un 4% respecto a junio, según Scentia. En el acumulado anual, el avance es del 0,8%. Sin embargo, no todos los canales de venta reflejan este dinamismo. El comercio electrónico creció un 16,4%, seguido por kioscos y comercios tradicionales (9,2%), autoservicios independientes (2,7%) y farmacias (1,1%). En contraste, los supermercados de cadena cayeron un 4,4% y los mayoristas un 7% interanual. En el acumulado del año, los retrocesos son más marcados: supermercados (-5,4%), mayoristas (-5%) y autoservicios independientes (-3,3%).


El gasto en servicios del hogar, como luz, agua, gas e internet, representa un desafío creciente. En junio de 2025, estos gastos absorbieron el 18,2% del presupuesto familiar, un 3,9% más que en 2023, y el 79% de los consumidores los priorizan. “Tras la caída de la inflación, las principales preocupaciones para los consumidores siguen siendo los salarios y la falta de trabajo. El salario y las jubilaciones mínimas, así como la Tarjeta Alimentar, han tenido incrementos por debajo de la inflación”, indica NielsenIQ. Esto limita la recuperación del ingreso disponible, especialmente en los sectores más vulnerables.


Cambio de tendencia


Las diferencias entre canales se explican por cambios en los hábitos de compra. La menor inflación dio claridad a los precios, fomentando compras frecuentes en pequeñas cantidades en negocios de barrio. Además, la práctica de stockeo, común en períodos de alta inflación, ha disminuido, y parte del gasto se redirige a bienes durables, automotores y viajes. “La inflación baja, el dólar estable, la mayor financiación y la apertura de importaciones allanaron el terreno para la recuperación de la industria automotriz, los inmuebles, el turismo emisivo y los bienes durables”, destaca el informe de NielsenIQ.


En cuanto a las canastas, la mayoría mostró un desempeño positivo interanual, salvo las bebidas con alcohol, que cayeron un 3,7%. El precio promedio ponderado de los productos de consumo masivo creció un 30,3% interanual, en línea con el Índice de Precios al Consumidor (IPC). A pesar del repunte, el consumo de bienes de consumo masivo (FMCG) creció solo un 1,2% en el primer semestre de 2025, tras una contracción del 16% en 2024. NielsenIQ proyecta un crecimiento en volumen del 3% para 2025, pero aún lejos de los niveles de 2023.


Solana Álvarez Fourcade, directora de Customer Success de NielsenIQ Argentina, resume: “Estamos viendo señales claras de recuperación macroeconómica en la Argentina, con una caída notable de la inflación y una reducción significativa de la pobreza. Estos indicadores son alentadores y reflejan un cambio de tendencia importante”. Sin embargo, advierte: “Es crucial entender que la recuperación del consumo masivo avanza a una velocidad más lenta y que la presión sobre el ingreso disponible de los hogares, especialmente por el aumento del gasto en servicios, presenta desafíos que las empresas deberán monitorear de cerca para adaptar sus estrategias”.

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